Édgar Álvarez Fernández (34) iba a bordo de su moto en la madrugada del Día del Trabajador, luego de un festejo con sus compañeros. Circulaba sobre la calle Bonifacio Ovando y, al llegar a la calle Solidaridad, del barrio San Isidro de Lambaré, fue atropellado por un automovilista que se dio a la fuga.
Tras el impacto por el accidente, el cuerpo aún con vida fue arrojado al lado contrario de la ruta. Los vecinos que salieron con intenciones de ayudar vieron el terrible momento en que otro vehículo que iba a toda velocidad arrolló y arrastró por unos 9 metros a la víctima por segunda vez en pocos minutos, por lo que el hombre no aguantó y falleció en el acto.
Según Diego Duarte, abogado de la familia, los testigos pidieron a gritos a Diego Gavino Román Centurión (35) que detenga la marcha, ya que el cuerpo estaba tendido en el asfalto, pero este no hizo caso.
“El tipo se quedó porque la víctima estaba debajo de su vehículo nomás. Iba a ser el segundo que iba a hacer omisión de auxilio. Se bajó y alegó que tenía miedo a que le roben, pero se le hizo la prueba de alcotest y dio positivo”, contó Duarte.
Añadió que la familia de Álvarez se encuentra sumamente preocupada, ya que han pasado varios días del terrible episodio y hasta ahora no se imputó al segundo conductor, que fue identificado.
El apoderado pidió justicia para calmar el dolor de la pareja y de la hija de dos años que dejó el difunto.