“Esta tarde les voy a enseñar a limpiar a mi manera”, fueron las palabras de Laura Casco, encargada del equipo de limpieza del Congreso, en la tarde del viernes pasado. Armada con una bolsa de ácido muriático, la mujer vertió un poco del químico en agua y lo esparció en los baños del lugar.
“No teníamos guantes ni tapabocas. Nos hizo eso porque dijo que la limpieza no estaba bien. Una de las chicas se desmayó por el fuerte olor y otra se quemó la mano”, contó Yolanda Centurión, una de las denunciantes, a EXTRA, durante una protesta realizada ayer en horas de la mañana. “Cuando le reclamamos sobre el uso del ácido nos dijo ‘no creo que te mate, ponele voluntad y vas a hacer’ y nos hizo fregar y lijar el piso”, continuó una de las denunciantes. Según ellas, la persecución comenzó hace un tiempo ya y, principalmente, el blanco son las mujeres. “La mayoría es gente humilde y no quiere perder su trabajo. ‘Vulgares limpiadoras’, nos llama ella”, agregó. Los afectados son más de una veintena de empleados, que exigieron un buen trato por parte de la encargada. Despidieron a todosEntrada la tarde de ayer, los funcionarios llegaron masivamente a la oficina de la gerencia de la empresa, donde se entrevistaron con el gerente Roberto Valdez, quien les informó que estaban despedidos. “Entre 20 vinimos y nos despidieron a todos. Nos prohibieron la entrada al Congreso, pero mañana igual (por hoy) vamos a ir porque la diputada Esperanza Martínez nos prometió apoyo”, indicó. Según los denunciantes, la empresa pertenece a Óscar Chamorro, hijo del exdiputado José Chamorro.