RECIBO. En el documento figura el monto y el motivo del cobro.
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Una nueva polémica salpicó a la Parroquia San Lorenzo de Ñemby, tras darse a conocer lo que le pasó el viernes a un fotógrafo. Contratado para inmortalizar la misa de quinceaños de una adolescente, Gerardo David Ortigoza fue hasta la casa de Dios para tomar las fotos. Pero desde que pisó la parroquia le crearon problemas.
Se cobra G. 30.000
“La gente que nos contrató pagó el derecho (G. 30.000) para que vayamos, pero cuando el pa’i Matías llegó ya nos mandó a su monagillo”, se quejó en su Facebook. “Le mostramos el recibo y, cuando íbamos a quitar las fotos, nos dijo que teníamos que haber hablado antes”, siguió.
La situación incomodó al fotosky y su señora. “Nos mandó de vuelta al pobre monaguillo que no sabía ni cómo decirnos, era una criatura de diez años más o menos”, lamentó. Ortigoza mencionó que el chico le advirtió que el cura iba a ponerse de mal humor y que era mejor que se retiren de la misa.
“¿Desde cuándo pueden echarte de la Iglesia? ¿Desde cuándo te prohíben hacer tu trabajo si no estás haciéndole daño a nadie?”, posteó indignado.
El profesional dijo que hay varias reglas en estas ceremonias, pero que esta vez el religioso fue al extremo. “No nos dejó trabajar. Estuvo más pendiente de nosotros que de su misa. Dios no te quita el pan de la boca”, finalizó. Intentamos comunicarnos con el cura párroco y no obtuvimos respuesta.