El asesinato con varias puñaladas del Sargento de Infantería de la FTC, W. A. (31), dio un giro que le dejó con la boca abierta hasta al propio fiscal de la causa.
Es que la pareja del militar, de ser supuesta víctima de desconocidos, pasó a ser la principal sospechosa del crimen. ¡Pero no solo eso! Ella resultó ser un hombre, que al parecer se cambió de sexo con una operación.
Todo comenzó cuando la chica relató cómo murió supuestamente el uniformado. Dijo que estaba durmiendo en la casa de su pareja, en del barrio San Luis, en Yasy Cañy, en el departamento de Canindeyú, y cerca de las 3 de la mañana, entraron dos extraños, quienes mataron a su novio.
Pero en la vivienda no había signos de lucha y por eso se presumía que el militar fue acuchillado cuando dormía; fue entonces que nacieron las sospechas contra la, hasta ese entonces, mujer.
Tenía otro nombre
Las dudas aumentaron cuando pillaron que no se llamaba como decía. El comisario Víctor Martínez y el fiscal Lucrecio Cabrera dijeron a EXTRA que la concubina del sargento dijo llamarse Naomi Martínez, pero presentó una cédula con el nombre de Naomi Gómez, además, la foto no correspondía. Luego cayó en varias contradicciones.
Se le hicieron pruebas dactilares y pillaron que en realidad se llama Víctor Gabriel Veloso (26), oriundo de la ciudad de Obligado - Itapúa.
Sin panza
El fiscal Cabrera aseguró que Naomi dijo estar embarazada de 8 meses, pero que no se le notaba nada de panza.
“Le pedimos para hacerle una prueba de natalidad, ya que las embarazadas no pueden estar presas, y se negó rotundamente. Tampoco dejó de ninguna manera que un forense la revise”, sostuvo. Los investigadores allí sospecharon que Naomi se operó y por eso se negó a que le hagan las pruebas médicas.
Imputada
El fiscal Cabrera señaló que los parientes del fallecido le dijeron que la pareja mantenía fuertes y constantes peleas. Agregó que imputará a Naomi por homicidio doloso y pedirá su prisión preventiva.
Indicó que una vez presentadas todas las pruebas sobre su identidad real, quedará en manos de un juez decidir si va a una cárcel de hombres o de mujeres.