09 jul. 2025

“Le dio las llaves de nuestro departamento a su mamá”

La doña entra a la casa cuando quiere y hasta ya los vio cuando tenían sexo.

suegra.JPG

ilustración

Soy Anita. Hace seis meses que me junté con mi novio. Al principio, todo era color de rosa. La emoción de vivir juntos, de armar nuestra rutina, de cocinar los dos, ver series, tener nuestro espacio.

Pero esa ilusión se fue al tacho desde el momento en que él, con una tranquilidad que hasta ahora me da rabia, le dio una llave de la casa a su mamá.

Y no fue porque lo necesitáramos o porque ella viviera cerca y pudiera ayudarnos con algo. Nada que ver. Fue porque “pobrecita, por si necesita algo”.

Lo que no me dijo es que su mamá se iba a creer dueña del lugar, y no sé qué tanto se dé cuenta mi pareja, o si solo se hace del ñembota de lo que está pasando.

Licenciado, esa señora entra y sale cuando se le antoja. A veces llego del trabajo y la encuentro sentada en el sofá como si nada, tomando mi café, viendo series en Netflix. Le gusta los k-dramas, esos tipo novelas coreanas y dice que no tiene en su casa para ver y por eso va a casa.

Pero además, se pasa moviendo mis cosas. Una vez me cambió todos mis platos de lugar porque “así era más práctico” Ni me preguntó. Dice que ella tiene así en su casa y bla bla. Pero en su casa sí, en mi casa no tiene por qué meterse.

Vergüenza

Pero lo que más vergüenza me dio es cuando entró sin avisar mientras teníamos relaciones con mi pareja en la sala, con la tele fuerte, las luces apagadas.

Ella entró como Juan por su casa, obviamente nos asustamos, pensamos que era un ladrón. Luego al pillar que era ella, yo no sabía si gritar o taparme. Él, en vez de enojarse, se levantó como si nada, se tapó y fue a preguntarle si necesitaba algo.

Intimidad

Hablé mil veces con mi novio, le expliqué que eso invade nuestra intimidad, que me siento incómoda, que no puedo ni relajarme en mi propia casa porque en cualquier momento su mamá puede aparecer como un fantasma. Pero él siempre la justifica: “Es mí mamá”, “no lo hace de mala onda”, “solo quiere ayudar”.

No sé cómo hacerle entender que eso no es ayudar, es invadir. Él es muy flojo con ella, como que le tiene miedo o culpa, no sé. Nunca le pone límites. A veces siento que su mamá es la dueña de casa y yo soy la invitada.

Licenciado, ¿qué hago? Yo le amo a él, pero no podré vivir así mucho tiempo más ¿Cómo se pone un límite sin romper todo? Porque si no cambia, yo me voy a terminar yendo.

La respuesta:

Es normal que te sientas invadida con este tipo de situaciones, si ambos tomaron juntos la decisión de convivir es porque necesitan su espacio a solas en pareja. El diálogo siempre es el primer paso para llegar a un acuerdo, aunque a veces uno de los integrantes de la pareja minimiza la situación. No es fácil poner límites a alguien que se ama pero si querés hacerlo, se empieza por dejar en claro que si la situación sigue así, habrá consecuencias que podrían afectar la estabilidad de la pareja con un cambio de conducta que probablemente tengas que hacer para que él lo note. Consultar con un terapeuta de parejas también podría ser una opción para que les ayude a mediar este inconveniente y que tu pareja pueda darse cuenta de la gravedad de la situación.

Psicólogo clínico y sexólogo. Cel.: (0971) 822 670