En el siempre complicado Parque del Guairá, Cerro Porteño derrotó a duras penas por 1 a 0 a la aguerrida Guaireña y se mantiene con vida en lucha por el campeonato.
El Ciclón de barrio Obrero tuvo la iniciativa de soplar hacia el arco contrario aunque no le fue sencillo empujar la pelota al fondo de la red. Entre las más rescatables antes del gol, el argentino Mauro Boselli aplicó un cabezazo desviado y Federico Pachi Carrizo probó un remate de media distancia capturado por el guardameta albiceleste, Héctor Espínola.
Cuando se jugaban los minutos de adición del primer tiempo, Santiago Arzamendia fue poseído por un espíritu villarriqueño haciendo todo al revés de lo que se espera de un zurdo. Primero enganchó con su pierna hábil y luego desenfundó un derechazo desde fuera del área para clavar el tanto de la ventaja de la visita.
Sufrió pero ganó
Tras el descanso, los locales salieron con mayor agresividad mordiendo cada centímetro de la cancha y se armó un partido enredado, peleado y bastante cortado. El equipo de Chiqui Arce no se sintió cómodo con el planteamiento del dueño de casa y fue perdiendo fuerza en ataque. Al mismo tiempo, aparecían los fantasmas del Azulgrana por los antecedentes del Poeta que se inspiró en viejas hazañas en busca de emparejar el cotejo.
Las mejores posibilidades creadas por los pupilos de Troadio Duarte llegaron a través de la pelota parada. Salustiano Chano Candia ganó un par de veces en el juego aéreo pero sin lograr su objetivo principal. En el último tramo, Cerro encontró espacios para aumentar, falló en sentenciar el marcador y sufrió hasta el pitazo final.