Los camioneros, choferes de plataformas de transporte y otros gremios de trabajadores del volante aceptaron esta noche levantar la protesta, iniciada el lunes y que hoy cumplió su quinto día, en distintas rutas del país, pese a que el Gobierno no cedió a su exigencia de que bajen los precios de combustibles en G. 1.500 por litro.
El ministro del Interior, Federico González, anunció hace instantes el cese de las manifestaciones, luego de que las autoridades accedieran a reducir en G. 560 por litro, los precios del diésel Tipo III y la nafta de 93 octanos, sin dar una fecha en la que se hará efectiva la medida.
El secretario de Estado dijo en rueda de prensa que la baja no puede ser mayor, porque “lastimosamente, los precios internacionales están muy altos y nosotros tenemos que ceñirnos a lo que establece la ley; no podemos salir de ese marco legal y, por ende, no puede venderse por debajo del costo; eso causaría un daño patrimonial a Petropar y sería malversación”. Citó incluso la invasión de Rusia a Ucrania, como un factor que impiden vender más barato los combustibles.
Explicó que, como resultado de una mesa de diálogo, se acordó que el lunes, un grupo de parlamentarios presentará un proyecto de ley, para concretar las reducciones, que alcanzarán a toda la ciudadanía, según apuntó.
La baja de precios se daría en las más de 280 estaciones de servicio de Petropar, que el miércoles ya decidió una reducción de G. 250 en el precio del gas y de G. 150 en la nafta de 88 octanos. Al día siguiente, varios emblemas privados anunciaron la reducción de G. 150 por litro, en todas las naftas.
Este anuncio del Gobierno se da, luego de que los trabajadores del volante amenazaran con sitiar Asunción, para endurecer sus reclamos, ya que alegaban que no recibían ninguna respuesta de las autoridades.
Además, existe un tenso clima entre Petropar y los emblemas privados, quienes incluso, recientemente, habían planteado subir los precios de los carburantes.