Arturo Rubín estuvo sentado con Kike Casanova en el programa ID Famosos, donde se derrumbó cuando en la pantalla mostraron una foto de su madre.
“Mi mamá me llamaba ‘Pajarito’, porque soy el último, el más mimado y porque comía poco. Era mamitis, soy hijo de padres separados y cuando crecés te quedás bajo los cuidados de la mamá”, señaló.
En ese momento Kike le comentó que pasan los años, uno crece, pero la forma de extrañar a un ser tan querido no se va nunca.
Rubín comenzó a tener los ojos brillosos, totalmente sobrepasado de emociones y de antemano pidió disculpas porque se quebró con las palabras del presentador.
“Perdón, seguí”, le decía a Kike mientras la voz se le rompía y buscaba la manera de reponerse para continuar con la entrevista y tomaba un vaso de agua.
El gran secreto
Luego Rubín habló de su popular bigote y cómo fue que decidió nunca sacarse siendo algo muy característico en él.
“En el 73. Antes no utilizaba bigote, fue una apuesta con Ovidio Javier Talavera que, si no llegaba a ganar Paraguay/Argentina, me dejaba el bigote, el partido terminó 1 a 1 y me dejé el bigote. Fue una apuesta y yo fui el tonto”, contó.
Con respecto a su compañero, dijo que Santiago González es un millennial. “Él es mortadela y yo soy caviar, en la música a él le gusta la mortadela, es un gran profesional, una vez le quise traer a Fútbol a lo Grande y no quiso venir”, reveló.