El expresidente y actual senador Fernando Lugo se recupera favorablemente del accidente cerebrovascular (ACV), que había sufrido en su oficina del Congreso, el pasado miércoles 10 de agosto.
Tras comenzar a abrir los ojos, hace una semana, se había iniciado el proceso para el retiro de los soportes de máquinas de terapia intensiva, medicamentos y sedación.
La actual preocupación es su estado neurológico, es decir las secuelas que van a quedar.
En este aspecto, mejora más lento de lo esperado, según su médico de cabecera, su colega senador Jorge Querey, quien apuntó que si bien presenta avances, estos aún son insuficientes.
Aún interactúa muy poco, señaló el legislador, quien admitió la posibilidad de trasladar al exterior al paciente.
“Ese procedimiento es que estuvimos explorando a nivel internacional y la familia es la que está discutiendo y decidiendo dónde se va a hacer la rehabilitación. Una posibilidad es Argentina y la otra es Cuba o quedarnos aquí”, refirió Querey en comunicación con radio Monumental 1080 AM.
“Está en manos de la familia y vamos a estar comunicando oportunamente lo que decidan”, añadió.
Hace 21 días, Lugo había sido sacado en silla de ruedas de la sede del Congreso y llevado de urgencia, en una ambulancia, hasta el sanatorio San Roque de Asunción, para ser luego derivado al sanatorio Migone, en la misma capital, donde fue operado de urgencia, debido a una hemorragia en el cerebro; la intervención duró unas 4 horas, en la madrugada del día siguiente.
El también exobispo de San Pedro permanece en terapia intensiva y su salud ha venido mejorando paulatinamente, según los informes diarios que brinda Querey.