
Familiares de las víctimas abatidas en la masacre de Curuguaty, ocurrida en junio del 2012, volvieron a ingresar a las tierras de Marina Cué para exigir al gobierno la expropiación del territorio en litigio. Esta propiedad se encuentra a nombre de la familia Riquelme.
Martina Paredes, dirigente de los familiares caídos, dijo a EXTRA que unos 70 campesinos, autodenominados “sintierra”, ingresaron al lugar ayer a la madrugada. Se instalaron cerca de la Cruz principal que levantaron en memoria de los campesinos y policías fallecidos en aquella enfrentación que tumbó al entonces presidente de la República, Fernando Lugo.
Entraron sin armas
“Entramos acá sin arma, sólo para resguardar las tierras y maderas. Acá no hay personas imputadas ni mucho menos peligrosas, solo los familiares de las víctimas”, aseguró Martina. Añadió que esta decisión fue tomada a raíz de la falta de solución a sus reclamos y la falta de cumplimiento de los compromisos asumidos por el presidente del Indert, Justo Cárdenas. Piden apurar el proceso de adquisición del inmueble.