Fermina A., insistía en que su concubino la dejara salir de la casa, pero Aníbal Rodrigo Lezcano, completamente descontrolado, no le permitía. Pero los gritos de socorro de la mujer brutalmente golpeada por el violento, alertaron a los vecinos de la compañía Estanzuela de Itauguá, quienes llamaron a la policía.
“Se recibió la llamada en la oficina de guardia avisando que había un hecho de violencia doméstica y ellos se acercaron hasta la casa donde la víctima que minutos antes fue golpeada, quería retirarse de la casa, entonces necesitaba la custodia policial”, comentó a EXTRA la subcomisario Alicia Espínola, jefa de la comisaría 36.
El señor no quería aceptar tal situación y estaba muy ofuscado en el patio. Los intervinientes trataron de apaciguar la situación, conversar con él y convencerlo de que se calme, pero el hombre de 40 años se alejó de ellos. Había sido, en una pieza hacia el fondo de su propiedad, tenía una colección de machetes. “Se apoderó de dos y directamente se fue contra mis personales, donde resultó herido de consideración mi subjefe el oficial primero Roque Morel”, relató la jefa policial.
El uniformado sufrió un enorme corte a la altura del cráneo y fue asistido hasta el hospital distrital de Itauguá, desde donde fue derivado al hospital de policía para su curación. Presenta una costura de 5 puntos. “Tuvo un poco de suerte porque tenía el quepis puesto. Eso por lo menos frenó un poco el ataque, porque dos golpes luego le dio. O sea, pudo ser más grave”, refirió la comisario.
Manifestó que gracias a la rápida acción de su compañero de patrulla que sacó de su estuche su tonfa (cachiporra) y defendió a su colega, logró reducir al atacante.
La víctima manifestó que el autor tenía en la pieza una colección de al menos veinte machetillos con los que le decía que podía hacer daño con los mismos. “En su denuncia manifiesta que era constantemente amenazada por él, de que le podía matar con alguno de esos machetes, con esa amenaza le tenía ahí”, apuntó la comisario.
La uniformada acotó que ambos son oriundos de la sampedrana localidad de San Estanislao de donde migraron por las promesas de cambio de su concubino, pero nada cambió. Al principio no quiso denunciar las agresiones, pero ayer ya la situación se tornó muy grave. “No aguantó más y tenía el apoyo de los vecinos, por eso decidió denunciar”, señaló Espínola.
El detenido es de oficio albañil y quedó a disposición del ministerio público. La víctima, de 37 años, tenía hematomas (moretones y chichones en los brazos, la frente y otras partes del cuerpo.
Alicia mencionó que el otro patrullero también fue víctima de golpes durante el forcejeo con el autor, quien sería procesado por tentativa de homicidio doloso, violencia intrafamiliar y resistencia. De su poder incautaron dos machetillos y en la pieza encontraron la colección de la herramienta que convirtió en arma.