“Si no tenés una foto con los caballitos, no viniste a Caacupé”, dice el orgulloso fotógrafo Rubén Flores, quien lleva 27 años elaborando el tradicional recuerdito en la capital espiritual del país. El profesional trabaja todos los días frente a la Basílica de la Virgencita azul, sacando fotos a los niños, atraídos por los caballitos de juguete.
Aunque en sus comienzos tenía un rotundo éxito, la tecnología le fue desplazando. Contó que, antes, lograba hacer 20 fotos por día; hoy, la cifra se redujo a la mitad, “pero salva el día”, dice él. Tiene, además, otros dos compañeros trabajando con él.
Como anécdota contó que hay veces que las personas mayores van con la foto vieja que les quitó y le piden una actual con la misma pose, para comparar. Por la gran cantidad de personas que asisten el 7 y el 8, no suelen trabajar en esas fechas, pero los demás días está hasta las 20:00. Una foto con los animalitos cuesta G. 15.000.
Piden San La Muerte
Raquel Giménez, encargada de la santería de la Basílica, comentó que los santo más pedidos son la Virgen, san Expedito y san Roque. “Lo más extraño que me pidieron fue san La Muerte”, reveló. Además, vende rosarios y estampillas.
