La puerta de blindex de un local comercial se rompió en pedazos cuando un niño, de un año y ocho meses, la cerró al entrar con su mamá.
Por suerte, los fragmentos de vidrio no dañaron los ojos de la criatura y no le ocasionaron cortes de consideración. Sin embargo, la familia del pequeño pagó dos millones y medio de guaraníes a la dueña, por el daño.
El accidente pasó el miércoles en la ciudad de Itauguá, y la polémica surgió cuando comenzaron a circular en redes sociales imágenes de la cámara de seguridad, donde se ve que la criatura solo se arrimó a la puertas y no la golpeó.
Marcela F., la mamá del niño, dijo a Telefuturo que ella primero pensó que su hijo pudo haber roto el vidrio y que luego vio el video y pilló que no tuvo la culpa.
“Fuimos al hospital, mi marido me llamó y dijo que la dueña quería dos millones y medio de guaraníes. Le entregamos la plata, que prácticamente es el gasto del mes, y luego vimos que mi hijo solo cerró la puerta y esta estalló”, relató.
La mamá del inocente mencionó que funcionarios de la Secretaria de Defensa al Consumidor (SEDECO) se comunicaron con ella y le dijeron que la semana que entra inspeccionarán el local.
MITI, MITI
“Lo justo sería que hayamos pagado mitad y mitad los gastos, con la dueña”, expresó la mamá.
Mencionó que ella tiene en su casa puertas de blindex desde hace años y nunca ocurrió algo similar. Presume que un golpe de calor ayudó a que el vidrio estalle.
La señora agregó que lo importante es que su hijo está bien.