Tradicionalmente, el primer día de agosto (hoy) se toma el brebaje que ayuda a espantar la mala suerte. Se lo conoce como carrulim (mezcla de caña, ruda y limón). La venta de ingredientes que se utilizan para hacer la pócima arrasa en los mercados. Otros, directamente compran la bebida. En esta nota te contamos las técnicas de algunos expertos en la materia. Las reglas para preparar el carrulim son muy variables, pero en lo que todos coinciden es en que no debe faltar la caña, la ruda y el limón. “Sí o sí hay que mezclar las siete hierbas”, aseguró Teófila Martínez, vendedora de yuyos del mercado de San Lorenzo.
“Yo le pongo ruda, limón, romero, katuaba, un poco de agosto poty y pyno’i, pero no hay una cantidad de remedios para ponerle”, dijo por su parte Graciela Ricardo, comerciante del Mercado Municipal de Luque. Dominica Velazco (61), medica ñana y vendedora de remedios naturales desde hace más de 40 años en el Mercado de San Lorenzo, detalló la forma en que elabora su brebaje. “Yo tengo que machacar con un mazo un poquito de ruda, de guavirami y katuaba, para que tenga buen olor, y romero. Luego le pongo algunas gotas de limón, un litro de caña blanca y un cuarto de agua, porque la caña es muy fuerte. Algunos por eso prefieren ponerle una petaca”, contó. Los vendedores recomiendan que se tome siete tragos de carrulim antes de desayunar, aunque también puede beberse a cualquier hora del día. “En todo el mes de agosto se puede tomar”, aseguró Martínez. “Este solo el 1 de agosto se toma y, si te sobra, guardá para poner sobre la piel si sentís cualquier roncha, picaduras o dolores”, contradijo doña Dominica.
Esta última explicó que el ritual del carrulim empieza con beber en ayunas. Luego se come algún bife koyguá o algo consistente para poder tener energías. En la media mañana se disfruta de un “tereré pantano” en el que se mezclan los remedios yuyos más fuertes y un poquito de agosto poty. “Ese se pone chiquitito nomás porque es tóxico”, advirtió la doña. Sirve para purificar la sangreDesde añares se tiene la creencia de que, si se toma el carrulim en el primer día de agosto, uno de los meses más fríos del año, se ahuyentan las cosas negativas, como las enfermedades, la crisis económica, entre otros males. Por eso se dice que “agosto vaka pirú ha tuja rerahaha” (agosto, mes que lleva a las vacas flacas y a los viejos). Los “entendidos” prefieren asegurar que el carrulim ayuda a purificar la sangre de la gente.