Lorenzo Ayala Vera fue detenido al bajar de un colectivo, luego de que un pasajero avisara a la Policía que el presunto autor viajaba con un arma de fuego en la cintura. En su poder se encontró dinero, un revólver y cuatro proyectiles. Él y Victoriano Vera Benítez fueron imputados. Luciano Martínez Chaparro (65) fue asaltado, torturado y asesinado en su propia casa, ubicada en el barrio Villa Deportiva de Hernandarias, Alto Paraná. El hecho ocurrió el domingo a las 05:00 de la mañana. Los presuntos autores serían Lorenzo Ayala Vera (22) y Victoriano Vera Benítez (32), sobrino y tío respectivamente, quienes horas después fueron detenidos en la vía pública.
Martínez vivía solo y era propietario de una despensa llamada “San Felipe”. Además, era beneficiario del subsidio para la tercera edad y se dedicaba a la venta de terrenos. Los delincuentes ingresaron por la ventana trasera de la casa, luego fueron a la habitación para reducir al sexagenario, según el reporte policial. Allí, torturaron y dispararon a la víctima para robarle dinero y un revólver.
Los dos sujetos se dieron a la fuga. Un vecino avisó a la Policía tras escuchar los disparos. “Probablemente tuvieron información de que este señor cobró sus haberes por la tercera edad, por lo que fue torturado para revelar dónde estaba el dinero”, afirmó el comisario Marcos Quintana.
Detenidos en vía pública
Ayala Vera fue capturado al descender de un micro, luego de que un pasajero alertara a la comisaría jurisdiccional cuando observó al sospechoso con un arma en la cintura y una de sus manos ensangrentadas. También Vera Benítez fue aprehendido en plena vía pública, el domingo de tarde. Ambos cuentan con antecedentes y orden de captura por homicidio doloso.
Del poder de Ayala Vera se recuperó la suma de G. 132.000, 2 dólares y un revólver calibre 38 con 4 proyectiles. De igual manera, se desconoce el monto robado, ya que nadie sabía la cantidad total de dinero que manejaba Martínez.
El fiscal del caso es Alfredo Acosta, quien señaló que los dos detenidos se abstuvieron de declarar. Ambos fueron imputados por homicidio doloso. “Mataron para robar. Se exponen a una pena máxima de 30 años”, expresó el fiscal Acosta.