Franco Giménez trabaja como taxista desde hace 30 años en la zona de Sajonia, Asunción. El vehículo que utiliza es alquilado, por lo que él en particular no gana mucho, solamente lo suficiente para mantener a su familia.
“Si voy a cobrar mejor, yo me voy con ellos. Acá gano para comer nomás”, respondió sobre la posibilidad de que se sume a Uber como chofer. Sin embargo, admitió que su mayor dificultad es que no tiene un coche propio.
Su colega Héctor Ávalos, quien al principio se negaba rotundamente a aceptar la implementación de Uber en nuestro país, terminó diciendo que no se sabe todavía cuánto van a ganar los conductores y que, si ofrecen una mejor paga, sería capaz de trabajar con el polémico sistema internacional.
El abogado Pablo Díaz, quien está a favor de la plataforma, contó que le estuvo asesorando a un taxista para registrarse en la página del Uber como conductor. El profesional del Derecho ofreció su servicio de forma gratuita a todos los que quieran trabajar con la marca, pero aclaró que no trabaja para ellos.