La abuelita de 87 años solo pide una sombrilla como regalo.
Doña Gabriela Dávalos viuda de Méndez cumplió ayer 87 años; pero, más allá de esperar un festejo, ella prefirió pasar su día en su puestito de venta de caramelos, sobre la calle Azara casi Estados Unidos, de Asunción. Allí, una sorpresa la esperaba, pues sus amigos le prepararon un cartel de felicitaciones con globos y flores.
Como es habitual, la abuelita que vive en Limpio se levantó temprano, tomó una taza de leche recién ordeñada, agarró su naco (tabaco) y, mientras lo masticaba, preparó sus cosas para ir a trabajar. Al llegar a su puesto, encontró el cartel y no pudo contener las lágrimas de alegría. “Me emocioné muchísimo, la verdad que no me esperaba esto. Nunca nadie hizo algo así por mí” dijo la cumpleañera.
Recibió regalos
La idea de la sorpresa la tuvo Isabel Fretes, otra vendedora de la zona. “Lo hice con mucho amor, pues le tengo mucho cariño a ella”, expresó.
La valentía de esta abuela es admirable, ya que a pesar de su edad no se da por vencida. Actualmente vive con su nieta. Dijo que mientras pueda caminar seguirá viajando desde Limpio para vender sus caramelos en Asunción. Pero no todo es bueno para la doña, ya que hay conductores que a veces la hacen llorar, amenazándola con que “la van a llevar a un asilo”, comentó su amiga Isabel.
La abuelita, como regalo de cumpleaños, solo pidió una sombrilla de playa para refugiarse del sol y la lluvia, ya que no tiene nada más que una mesita y una silla.
Gracias al cartel de felicitaciones, un conductor que pasaba por Azara le regaló un billete de G. 100.000.