Casi 12 horas de intensos mensajes que iban y venían duró la negociación del secuestro de Valentina. La familia de la perrita de raza pug, raptada en Fernando de la Mora, pasó un momento horrible. Además de la extorsión, los autores literalmente jugaron con sus sentimientos.
“Me dijeron que si no pagábamos, le iban a hacer daño, me mandaron una foto de Valentina colgada de su piel”, relató Rocío Cano Giménez. Fue como una “prueba de vida” cuando pidió que demuestren que la tenían.
Todo comenzó en la mañana del domingo, cuando su mascota no amaneció en casa. Valiéndose de las redes sociales, la mujer, su hijo, amigos y familiares publicaron en sus perfiles la foto y recorrió en los grupos.
Salieron a la calle y vecinos les contaron que unos hombres ofrecían una perra similar casa por casa sobre la avenida 11 de Septiembre. El momento traumático empezó de tarde.
Rocío pilló en Facebook una publicación donde ofrecían a su perrhija. Escribió al número y pidieron plata para devolverle.
“Decían un monto y cuando aceptábamos, decían otro monto. Volvíamos a aceptar, decían otro. Estaban jugando con nosotros”, refirió, asegurando que intentaban saber hasta dónde estaban dispuestos a pagar por ella.
En auge
Rocío acotó que con todo esto se dio cuenta de que el secuestro de perros es un negocio que está en auge, porque ante la desesperación de no recuperar a la mascota, la gente paga lo que sea.
“Primero nos pidieron G. 300.000. Si se quedaban en ese monto y no jugaban con nosotros iba a pagar, no iba a denunciar y me iba a quedar callada, una más que se quedaba callada”, lanzó.
Muchísimos dueños de mascotas perdidas le escribieron tras hacerse viral su caso para contarle que vivieron algo parecido. “Es una forma rápida, fácil, pronta de hacer dinero sin denuncia de por medio”, lamentó.
Lista para venderse
Rocío decidió ir a la comisaría cuando le especularon con los montos. “Llegamos a 1 millón y dije ‘basta’. Con el corazón en la mano le dije que no íbamos a pagar eso y me fui a la comisaría”, señaló.
Contó que los secuestradores le devolvieron a Valentina bañada, perfumada y con pañoleta nueva, lista para un nuevo hogar, porque pretendían venderla.
Relató que el rescate fue de película, porque ella y los policías fueron hasta tres ubicaciones distintas que les mandaron, pero al final los secuestradores decidieron ir a su casa. Ahí ella les cerró el paso con su auto para que no rajen y al toque llegó una patrullera que se puso detrás. Bajó el comisario y les detuvo.
El comisario Carlos Acosta, jefe de la comisaría segunda donde estaban detenidos los secuestradores de Valentina, contó que ayer les llegó un oficio de la Fiscalía para liberar a los tres.
Dio G. 12 millones por su cachorro
La abogada Gilvi Quiñónez, administradora del grupo de Facebook Perros Perdidos Paraguay, comentó a EXTRA que esta situación es recomún, lastimosamente.
La letrada mencionó que en su grupo comentaron el caso de un señor que llegó a pagar G. 12 millones para recuperar su cachorro porque era un perro lazarillo que cuidaba de su hijo autisma (que acompaña a no videntes, niños y ancianos) entrenado en Estados Unidos.
El dueño recuperó a su mascota, pero no denunció.