Don Carlos Valdez (41) cayó redondito en la trampa de un estafador, que le dejó con un clavo de más de G. 10 millones al tratar de vender dos celulares de alta gama.
Todo comenzó la semana pasada, cuando un tal Julio Cáceres contactó por mensaje al comerciante de Coronel Oviedo, para pedirle la lista de precios de los celulares que vendía. El tipo se mostró muy interesado y el jueves ya le hizo el pedido de dos celus de alta gama: un Samsung S24 y un S25 Ultra, que cuestan cerca de G. 5 y 7 millones.
Confiado, don Carlos fue el sábado hasta el barrio Las Mercedes de Coronel Oviedo, Caaguazú para entregar los aparatos. Ahí lo recibió Julio, quien se mostró como el dueño de casa entrando y saliendo de la pieza.
No volvió a salir
Sin embargo, en un momento dado, Julio le pidió permiso para mostrar los celulares a su esposa, alegando que era para ella. Don Carlos accedió sin sospechas, pero quedó esperando por más de una hora en la vereda de la casa y el cliente nunca más volvió.
Ante esto, el señor aplaudió desesperado frente a la casa y al no salir nadie, llamó al 911 y pilló que fue víctima de una estafa. La casa donde lo citaron ni siquiera pertenecía a Julio, sino que era de su expareja.
“Este señor forzó la ventana trasera de la casa por donde entró para abrir las demás puertas y ventanas y aparentar ser el dueño, mientras la verdadera dueña estaba trabajando. Prácticamente usó la casa de su ex para estafar”, dijo a EXTRA el suboficial Martín Vega.
Poco después llegó la verdadera dueña y contó que el hombre fue su concubino, pero que hace seis meses ya no viven juntos y alegó que el mismo ya tiene antecedentes por estafa.
Según los datos, el delincuente planeó detalladamente como joder al comerciante y una vez que entró en la pieza, fue directo en la parte trasera, saltó la muralla, que colinda con un terreno baldío, y se dio a la fuga sin dejar rastro.