"¿Cuesta tanto estar con mi hijo?”, cuestionó al final de uno de sus carteles el hombre. La desesperación de un padre por ver a su retoño fue tanta, que decidió encadenarse frente la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de la ciudad de Capiatá con la ilusión de que finalmente la justicia haga caso a su pedido, verlo y poder compartir con él.
Con dos carteles, uno alzando con ambas manos y otro colgado de su cuello, don Rubén Báez hizo su protesta asegurando que al menos un año transcurrió ya desde la última vez que le vio, según publicó la página digital local Capiatá Press en sus redes sociales.
“Hace un año que estoy pidiendo el régimen de relacionamiento con mi hijo, solo pido estar con el como cualquier otro padre para darle cariño, amor y protección. No soy delincuente, ni ladrón, ni drogadicto, menos asesino”, escribió Rubén en uno de sus carteles.
Según el hombre, el pequeño no es que la pase muy bien con su madre. Incluso escribió que en más de una ocasión lo dejó solo. Una de ellas, quedó encerrado en la casa para que ella pudiera viajar al interior del país. En otra oportunidad, supuestamente entraron ladrones a la casa y gracias a los perros, no le pasó nada.