Entre miles de fieles que llegaron hasta la basílica, una pareja de Presidente Franco logró robarse todas las miradas con una escena que dejó emocionado a más de uno. Javier Carísimo no fue hasta el altar solo para agradecer ni para pedir un milagro, llevaba un plan bien guardado en el bolsillo.
Frente a la imagen de la Virgen de Caacupé, el joven sacó el anillo, se arrodilló delante de su amada Maristeli López y le preguntó ¿Te querés casar conmigo? Ella primero se quedó congelada, sin entender qué pasaba. Pero al ver el anillo, los ojos se le llenaron de lágrimas. Temblando, le dio su mano, mientras los demás peregrinos aplaudían la escena. Después del “sí”, la pareja se abrazó. Muchos fieles que estaban alrededor grabaron el momento y otros se emocionaron al ver cómo el amor también se hace presente en medio de la fe.
Horas después, Maristeli compartió su felicidad en Facebook. “Hoy fue el día más feliz de mi vida, donde mi amor me pidió matrimonio frente a la Virgencita de Caacupé. Estoy muy feliz, no lo pude creer. Gracias, mi amor. El SÍ de mi vida se pudo decir. Te amo, mi futuro esposo”, escribió, todavía con la emoción a flor de piel.
Varias historias de fe y amor
Pero esta no fue la única historia de amor que conmovió en la Villa Serrana. Otra pareja, Denise López y Osmar Bogarín, también selló su compromiso frente al altar sagrado. Ellos peregrinaron juntos para cumplir una promesa por la salud de su hija, y al llegar, Osmar se arrodilló, sacó el anillo y le pidió matrimonio a Denise. Con lágrimas en los ojos, ella aceptó el pedido.
En otro caso más —proveniente de una peregrinación en bicicleta desde el interior del país— un hombre llamado Alcides le pidió matrimonio a su pareja, Patricia, frente a la Basílica, tras recorrer varios cientos de kilómetros en señal de fe y gratitud