Un día, Jesús Cáceres encontró a un perro callejero y se encariñó con él. Sin pensar dos veces, lo llevó a su casa y lo apodó Rubio. Su amistad creció y quedó comprobado el día que ambos se salvaron mutuamente. Hace dos meses, Jesús dio un paseo con la mascota cerca de la Laguna de Itá. Rubio pasó la valla de seguridad para tomar agua.
“Vi que un enorme yacaré le venía a mi perro como para atacarle, sin dudar pasé para salvarle”, contó a EXTRA el animalero, que aseguró que haría lo mismo por cualquiera.
Jesús estiró al perro, se resbaló y cayó al agua. En ese momento, el yacaré le mordió la pierna. “Ya me empezaba a estirar y sabía que no me iba a soltar, pero mi amiguito no me abandonó”, contó Cáceres.
Rubio ladró muchísimo para evitar que el feroz animal llevara a su dueño. “Ladraba, lloraba, simulaba atacar al caimán y logró distraerlo, allí aproveché y salí del lago”, agregó.
Enormes cortes
El yacaré casi lo dejó sin una pierna. “Me hizo dos enormes y profundos cortes que están tardando en sanar”, contó Jesús. Según él, la valla de seguridad es muy bajita que no llega ni a los 50 cm. “Sin problema se puede pasar, imaginate si era un niño”, dijo.
Jesús vive con su mamá de 78 años, tiene 12 perros y 6 gatos, que no la están pasando nada bien, ya que él está desempleado y gastó mucho en medicamentos. “Me dificulta caminar y no tengo para alimentarlos”, lamentó. Pidió a las personas de buen corazón cualquier aporte. “Comida para los peques, para mis remedios y para mi fisioterapia, añadió. Cualquier aporte se puede hacer al (0981) 960 381.
La laguna no tiene mucha protección. En 2014, un yacaré se había escapado y llegó a la ruta; fue atropellado y murió. Intentamos contactar con la intendenta Gloria Cantero, pero su celular estaba apagado.