Un paciente de covid puso en riesgo su propia vida para salvar a su compañero de sala. Los internados del Hospital de Carapeguá y sus familiares experimentaron la hora más larga de sus vidas en la noche del viernes, cuando el oxígeno se acabó.
El docente Gilberto Alvarenga, de 45 años, era uno de los recién ingresados. El jueves se le manifestó la enfermedad, pero todo se dio muy rápido.
“Él amaneció muy agitado, no presentó otros síntomas, directo le faltó la respiración”, contó su hermana Gladys Alvarenga.
Estuvo con oxígeno en su casa hasta que consiguió una cama de internación. El ambiente estaba -dentro de todo- tranquilo hasta que los doctores informaron el desabastecimiento.
A las corridas, encadenando una llamada tras otra, y algunos llorando, la gente inició una carrera a contrarreloj por la sobrevivencia de sus familiares.
“Era una desesperación difícil de describir”, expresó la hermana. Por fortuna, su casa quedaba cerca y ahí tenían una carga de oxígeno.
“Le dejamos a mamá sin el balón para traerle a mi hermano, porque él estaba peor”, refirió. Cuando los médicos se lo estaban colocando, don Gilberto escuchó el llanto de una mujer y volteó a ver. Era el papá, de unos 75 años para arriba, que ya no podía respirar.
“Se estaba muriendo. Mi hermano le dijo al doctor ‘sálvenle a él, sálvenle, por favor’. Le dio su oxígeno y él aguantó”, relató Gladys, todavía impresionada por lo que había pasado.
Al ver lo que hizo su hermano en aquel momento, ella se apretó la cabeza con las manos y empezó a llorar. “No podía decir nada porque era decisión de él”, expresó.
Durante unos 50 minutos solo rezaba para que su hermano aguante sin el respirador, y lo hizo. El abuelito a quien su hermano salvó continúa luchando junto con los demás.
Gladys solo espera que nadie necesite terapia intensiva, porque ahí no hay. La familia está teniendo muchos gastos. Para colaborar, contactar al (0983) 997 310.
Pidieron auxilio a otros hospitales
El viernes, cerca de las 14:00, ya se sabía que terminaría la carga de oxígeno del Hospital de Carapeguá y el director pidió ayuda a otros centros asistenciales. Cerca de las 19:00, la provisión se acabó y estuvieron así más de una hora hasta que llegaron los balones desde el Hospital Regional de Paraguarí. El periodista Reinaldo Gayoso dijo a Telefuturo que hasta ayer había 17 enfermos de coronavirus dependiendo del oxígeno.