Al son del repicar de las campanas, los pasos del padre Hugo Fernández de la Iglesia San Juan María Vianey de Lambaré, llenaban de paz a los vecinos de los barrios Palomar y Pinozá Sur, de Lambaré.
El sacerdote aprovechó la mañana del domingo para llevar la bendición a los feligreses, quienes recibieron al señor en sus propias casas, tras la medida de cuarentena tomada por el gobierno.
Esta no fue la única ciudad donde los religiosos recibieron la bendición. En Villa Elisa, un pa’i recorrió con el Santísimo toda la ciudad, con el objetivo de bendecir a las familias ante este difícil momento.
Cleber Rossendo, de la parroquia Santos Arcángeles, subió a una camioneta y partió con la reliquia sagrada. El momento del paseo fue elogiado por la comunidad católica que aprovechó el momento para pedir bendición.