Una estatuilla de bronce de una mujer que agarra un escudo y sujeta a un niño fue lo más buscado en Villarrica. Es una obra del famoso artista francés Gustave Moreau.
Se trata del premio al segundo lugar que ganó el guaireño Manuel Ortiz Guerrero en un concurso de poemas en Argentina.
La última vez que lo vieron estaba en el despacho de la Municipalidad. De ahí desapareció y el lunes pasado, la Dirección de Cultura investigó y denunció el hecho.
La historia que esconde el trofeo fue narrada en la columna periodística de Catalo Bogado.
Contó que el Ortiz Guerrero ganó en 1925 pero le llegó recién en 1926 luego de trámites aduaneros.
Incluso, el poeta se decepcionó porque la estatuilla no era grande como esperaba, pero igual la bautizó como “La Morocha de Corrientes”.
Lo tuvo con él hasta que en 1927 leyó en el diario que una obra de teatro escrita por su amigo Arturo Alcina tuvo mala crítica.
“Aprende a ser inmutable (que no se altera) en las victorias y en las derrotas, que ni tú ni tus adversarios
saben la verdad. El tiempo lo dirá”, le escribió.
Y acompañó la nota con “La Morocha de Corrientes” que le regaló para que tenga en su mesa de escribir.
La familia de Alcina decidió prestar el trofeo a la Municipalidad para que vaya al Museo Fermín López pero terminó en el despacho del intendente.
No se sabe cuándo
La directora de Cultura de la Ciudad, Janice Ayala, manifestó a EXTRA que no saben cuándo desapareció el trofeo.
Explicó que con la ayuda ciudadana, el mismo lunes de tarde volvió la estatuilla y que el jefe de Gabinete sabría quién devolvió.
“Lo que vamos a hacer ahora es entronarle en la sala mayor del Museo porque es un objeto que pertenece a Manuel Ortiz Guerrero”, comentó.
“Toda la administración es nueva y no teníamos rastro de ella. Tampoco teníamos un inventario porque no teníamos tampoco la fecha en que se recibió el trofeo como patrimonio de la ciudad. (...) Hoy podemos saber su historia y fue un llamado de atención para la ciudadanía”, añadió.
Era solidario
Este ejemplo de solidaridad de “Manú” con otros artistas no es el único, comentó el escritor Bogado que reveló su ausencia y su historia detrás.
“Está comentado por escrito cuando José Asunción Flores decidió abandonar su trabajo de músico, también lo rescató, digamos por decir así y lo alentó”, dijo.
Sostuvo que Villarrica no se salva de los dueños de lo ajeno. Se roban las placas de bronce de sitios históricos y cementerios, aseguró.