La manifestación de los estudiantes secundarios de ayer se desarrolló en medio de un ambiente bastante “caliente”. Temprano, alumnos de varios colegios denunciaron que los directores les cerraron los portones e incluso adelantaron exámenes, en un desesperado intento por impedir que se sumen a la marcha por una mayor inversión en Educación.
Un día antes, el ministro Enrique Riera encendió la mecha con amenazas de descuentos a docentes y un “enorme cero” a los jóvenes que participen de la protesta. Aún así, miles de adolescentes tomaron las calles de Asunción y llegaron al MEC con la intención de entregarle una nota de pedido de aumento presupuestario.
Cerraron las puertas
El edificio fue resguardado con vallas y policías antimotines. “Por motivos de seguridad, no puede ingresar nadie”, explicó un jefe policial a Felipe Domínguez y Vetner López, representantes de los jóvenes. Furiosos, los manifestantes corearon “¡Riera, basura, vos sos la dictadura!”.
El cántico movió a Riera, quien salió frente a la sede, a pesar de que le recomendaron “no exponerse”. Parado en la puerta principal, miró a la multitud y dijo: “Fuerza, fuerza”. El escrache se hizo más fuerte y el alto funcionario tomó el micrófono. “Acá estoy, canten, tiren agua, tiren”, desafió. Los primeros chorros llegaron y pronto se convirtieron en botellitas cargadas.
El titular del MEC se vio obligado a resguardarse. Después, admitió ante los medios que instó a los alumnos a que le tiren agua porque le molestó que le trataran de “stronista”