Una faja alrededor de la panza de una niña de 13 años llamó la atención de sus compañeritas de escuela, en una colonia indígena de Pedro Juan Caballero. “Como es algo muy raro entre ellos, sus compañeras le preguntaban por qué usaba”, comentó a EXTRA la defensora de la niñez Roseli Echeguren.
Preocupadas, las demás niñas avisaron sobre esta situación a los profesores y estos, ante la mínima sospecha de que algo raro ocurría, dieron aviso a las autoridades. “Recibimos una denuncia anónima por el 147, Fono Ayuda. Remitieron al Ministerio Público y ellos nos comunicaron. Tomamos intervención y conversamos con miembros de la comunidad, con el líder, con los profesores”, refirió la abogada.
Cuando la defensora se acercó a la niña, notó que llevaba envuelta en la cintura una tela. “Yo le pregunté qué le pasaba, ella negó estar embarazada y que haya tenido relaciones sexuales, intentaba ocultar todo el tiempo. Le pedí que por favor que confíe en mí, que yo le iba a ayudar. Me dijo ‘che amoínte’ (yo me pongo nomás)”, detalló. Entonces, solicitó que sea trasladada al hospital regional, donde los médicos le realizaron una ecografía y confirmaron que ya llevaba seis meses de gestación.
La defensora comentó que la niña fue abandonada por sus dos padres. Su madre es alcohólica y del papá nada se sabe. Ellos la dejaron al cuidado de una tía materna y el marido de esta, quien sería el autor del abuso sexual. Un muchachito de la comunidad aseguró ante los intervinientes haber visto a este hombre meterla a la fuerza al baño y luego salir arreglándose los pantalones.
Los médicos recomendaron que la niña quede internada. En el sitio le suministraron medicamentos y suplementos que la ayuden al desarrollo del embarazo. “Le compré ropas y todo lo que necesitaba por ahora”, expresó la letrada. La defensora mencionó que al no contar con familiares cercanos, solicitó que, de momento, la niña sea dada en guarda al líder de la comunidad y su esposa.
La investigación del caso quedó a cargo del Ministerio Público.