La comitiva fiscal y policial llegó a la estancia para indagar sobre una denuncia por los fuertes olores en un chiquero y las piscinas donde el dueño criaba peces, en una estancia de Raúl Peña, Alto Paraná. En el lugar confirmaron la situación, pero algo les decía que había algo más.
El fiscal José Silguero continuó la inspección hasta llegar a un sector donde, como divididos por gavetas, medio centenar de gallos estaba encerrado en forma individual. Los boxes de madera solo les permitían sacar la cabeza para mironear afuera, pero nada más que eso.
“Además de constatar la denuncia, constatamos un galpón donde había 52 gallos. Por lo que averiguamos, ahí se les cría y se les hace practicar para riña”, relató a EXTRA Silguero.
El hecho fue comunicado a la Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal para que tomen intervención en el caso. También fue comunicado del hecho un Juez Penal de Garantías para que ordene el cese de las actividades del lugar.