Superación. Para Denis no hay imposibles, desde hace 4 años trabaja en el Parque de la Salud, pero su sueño es trabajar como kinesiólogo.
A los 4 años, Denis Medina perdió la visión por un mal congénito. Su mamá lo llevó a la Argentina por varios años en busca de cura. Sin embargo, volvió al país sin conseguir una solución.
Pero esta discapacidad visual nunca fue impedimento para Denis quien siguió estudiando a pesar de que no había una escuela inclusiva en aquel tiempo. Por esta razón, tardó unos años en terminar la primaria.
Ahora Derlis tiene 24 años, está en el tercer año de la carrera de Kinesiología y es la prueba de que no hay nada imposible cuando uno quiere.
“Deseo convertirme en el primer kinesiólogo no vidente del país, quiero llegar a ser un profesional útil”, señaló a EXTRA el joven oriundo del barrio Chaipé de Encarnación. Al culminar el colegio, siguió varios cursos, como masoterapia, informática, secretariado ejecutivo computarizado, portugués básico y recepción y organización de hoteles. Actualmente trabaja como masoterapeuta en el Parque de la Salud, ubicado en el barrio Ciudad Nueva de la Perla del Sur.
La única dificultad que encuentro son las veredas en mal estado”
El joven reveló que siempre recibió el apoyo de sus padres y amigos, pero también se encontró con gente que trató de desanimarlo diciendo que no podía estudiar. Otras de las dificultades que encuentra son las calles y veredas en mal estado y los autos estacionados incorrectamente.
Técnicas
“Muchos me preguntan cómo hago para estudiar, algunos profesores me facilitan las lecciones en digital y Word te da la opción de lectura”, explicó. Gracias a una aplicación del celular puede descifrar los mensajes y responder. Denis tiene tres hermanas y una de ellas también perdió la vista, pero al igual que él, tampoco se dio por vencida y está cursando el cuarto año de la carrera de Derecho.