08 may. 2024

“Qué Dios les juzgue y les quite el triple”

El motoca dijo que le pidieron coima y él apenas gana.

moto quemada.jpg

Luego que los zorros de la PMT pusieran cepo a la moto, el conductor incendió el rodado.

Captura de video.

El delivery Mario Reyes (30), de Capiatá, consumido por la rabia, prendió fuego a su moto que fue retenida por los zorros de Nenecho Rodríguez.

El trabajador contó a Extra que el viernes fue hasta la Terminal de Ómnibus de Asunción a entregar un paquete y estacionó en una zona no señalizada como prohibida.

Mario vio a los agentes de la PMT y hasta pasó frente a ellos al ingresar a la terminal. “No tardé más de 5 minutos y al volver ya les encuentro colocándome el cepo”, indicó.

Los zorros le indicaron que el sitio no es un estacionamiento público e inició una discusión.

“Ustedes vieron cuando dejé ahí mi moto, me hubiesen dicho algo, les dije. Me dio mucha rabia porque su estacionamiento estaba vacío y yo ko estaba batallando en un feriado por un 20 mil´i”, expresó Reyes.

El conductor aseguró que uno de los zorros le pidió coima.

“Me dijo que la multa era de G. 300.000, pero si le tiraba un G. 100.000 íbamos a arreglar. Yo no tenía plata y me dijo: Andá conseguí, hasta las 18:00 voy a estar acá”, relató.

Mario y un agente de tránsito se agarraron a las piñas. “Yo intenté sacar mi moto arrastrando. Vinieron más y empezaron a grabarme y a reírse de mí. Me sentí insultado”, acotó.

El trabajador sacó la tapa del tanque de combustible, tumbó su moto y le arrojó un fósforo encendido. Inmediatamente el biciclo ardió.

“Acá tenés a tus funcionarios plagas, Nenecho. Ape ahapy la che máquina (acá estoy quemando mi moto) mi sacrificio de tres años, qué dios les juzgue a ustedes y que Dios le quite el triple”, se lo escucha decir en un video grabado por él mismo.

Marcos Maidana, director de la PMT, manifestó que el conductor no tenía licencia ni chapa y que la Secretaría Jurídica se encargará de accionar.

El dueño de la moto indica que cuenta con todos los papeles, pero su chapa se rompió y no lo tenía con él.

“Tenía en mi celular la foto de mi chapa. Mis demás documentos les exhibí y hasta foto le sacaron”, apuntó.

Mario no se arrepiente de quemar su moto, aunque ahora debe de comprar una nueva.