10 dic. 2025

Puente del terror: “Soñamos que todavía seguimos cayendo”

Familia fue a parar al Arroyo Tacuary, en Coronel Oviedo, tras derrumbe. La mamá y el niño lograron salir rápido, pero el papá del conductor no.

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El vehículo cayó unos 10 metros y quedó dado vuelta en el arroyo. La esposa se metió de nuevo al agua para rescatar a su suegro, quien no podía moverse. La ayuda de los vecinos fue clave.

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Al llegar al puente, se escuchó un crujido fuerte y, de repente, el vehículo se vino abajo con todos adentro.

Eduardo Miguel Domínguez Galeano (35) iba acompañado por su padre, Mauricio Miguel Domínguez Chenu (65), su pareja, Evelin Patricia Areco Benítez (35) y su hijo de 7 años. Iban desde Ciudad del Este hasta Coronel Oviedo para ver un terreno y una guía de la zona los estaba acompañando. La mujer que les ofreció la propiedad les aseguró que el puente era seguro y que podían pasar tranquilo, pero no fue así.

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El vehículo se hundió muy rápido

Su hermano pasó primero en otro vehículo sin problemas, siguiendo las indicaciones de la guía.

Pero cuando Eduardo llegó a la mitad, la estructura de madera cedió y la camioneta se desplomó de una altura de unos 10 metros, quedando con las ruedas hacia arriba en el Arroyo Tacuary, en la Compañía Chyrcaty, conocida como Pueblo de Dios. Todo pasó a las 17:00 del domingo 7 de diciembre.

Después del susto, Eduardo contó a EXTRA cómo vivieron esos primeros momentos.

Su hijo salió primero

“El agua subió rápido y el vehículo se llenó enseguida. Gracias a Dios, el primero que salió fue mi hijo, sin ninguna herida, solo un pequeño golpe en su bracito que se quemó, porque se agarró del caño de escape del auto”, explicó.

Mientras lo buscaba bajo el agua, el niño gritó: “¡Papá, yo ya estoy afuera!”. En ese instante, su esposa se metió nuevamente al vehículo para sacar a su suegro, que había quedado atrapado y no podía moverse por un golpe en la cervical.

“Gracias a la rápida acción de mi señora, pudo sacarlo del auto y salvar la situación”, señaló.

El accidente dejó un trauma importante. El niño, aunque salió prácticamente ileso, quedó con miedo a cruzar puentes. “Por la noche no podemos dormir, soñamos que todavía seguimos cayendo”, contó.

El puente era el único camino, y varias familias quedaron aisladas. “Conecta justamente con la propiedad que estábamos queriendo comprar”.

Dos días antes compró el vehículo

Se endeudó mediante un préstamo.

En cuanto al vehículo, Eduardo explicó que quedó totalmente destruido.

“Se sacó ahí, del arroyo y no nos sirve más para nada. Ahora tengo que venderlo como hierro viejo, como chatarra, solo sirve como chatarra”, lamentó.

Eduardo contó además que lo habían comprado apenas dos días antes, con mucho esfuerzo y mediante un préstamo.

“Uno dice que lo material se recupera, pero es injusto perder algo así”, agregó.

Refirió que su esposa también sufrió cortes en la pierna al rescatar al suegro, que necesitaron varios puntos. En una de las piernas tuvo 12.

Mientras que Eduardo tuvo golpes internos y contusiones por la caída.

Los vecinos ayudaron a la familia.

Los cuatro heridos fueron trasladados por los bomberos voluntarios al Hospital General de Coronel Oviedo.

Su padre fue llevado al IPS Ingavi en Asunción, donde quedó internado en la UTI.

Eduardo y su familia continúan en la zona y solo esperan que don Mauricio se recupere.

“Su pronóstico es alentador”, dijo.

El señor señaló que “después de lo que pasó, no queremos volver a esa zona”.

Nadie les llamó

La familia se molestó porque ninguna autoridad se acercó al lugar tras el accidente. Además, les cayó muy mal que afirmaran que el puente era solo para motos y transeúntes, como si quisieran culparlos a ellos.

familia de catequistas: Para ellos fue un milagro divino

Para Eduardo, la fe jugó un papel en todo momento. La familia es activa en la iglesia y la esposa de Eduardo es catequista. “Fuimos a misa ese día y creo que eso también nos salvó, fue un milagro, realmente. Además, mi niño es muy fuerte mentalmente”, contó. Para la familia, lo ocurrido fue una desgracia con suerte: pudieron haber muerto, según explicó Eduardo, pero lograron salir con vida gracias a la rapidez de cada uno y a la fe que tienen.