17 jun. 2025

“Pudo más el diablo y el temor a enfrentar sus actos”

Gissella Eliana Milea Otto, había sido condenada a 40 años de cárcel por asesinar a sangre fría a un joven y disfrutar del macabro hecho. Ayer decidió poner fin a su vida colgándose de la viga de su celda. Familiares de la víctima del crimen sostienen que lo ocurrido fue un designio de Dios.

giselle grande

Gisella no soportó el martirio de la condena y decidió poner fin, a su estilo, a la vida que llevaba entre las cuatro paredes de una celda.

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“Sangre. Eso habrá a la próxima”, fue la promesa de Isaías Torres (27) a Gissella Eliana Milea Otto (27), la joven que protagonizó la macabra historia del primer crimen por placer que conmocionó al país.

La pareja había elegido al azar a su víctima, quien terminó siendo el locutor Agustín Emmanuel Bogado. Ambos, a sangre fría, lo asesinaron en febrero del 2014 y según sostiene la Fiscalía “disfrutaron el momento de la agonía”. Por el crimen fueron condenados a 40 años de prisión, pero Gisella, como queriendo escapar de aquel destino decidió ayer poner fin a la larga espera.

Siendo un poco más de las 7:00, la mujer fue encontrada colgada en la celda, con una soga para tender ropa.

La fiscal del caso Natalia Silva, llegó al Buen Pastor y luego de levantar las evidencias en el lugar, informó de una carta que Gissella escribió a sus padres donde les pedía perdón.

Reacción

Ante esta noticia el hermano de Agustín, Patricio Bogado, rompió el silencio y dijo que lo ocurrido es un designio de Dios.

“Siento pena por sus padres y sus hermanos. Pero pudo más el diablo y la cobardía de no querer enfrentar sus actos”, señaló.

Todavía muy dolido, Patricio añadió que 40 años era poco para todo el dolor que Gisella causó a la familia.

“Siempre estuve a favor de una condena a cadena perpetua. Siento mucho por el daño que hace ahora a su familia”, sentenció.

Tras el espantoso crimen muchos profesionales intentaron comprender el comportamiento de la pareja.

En septiembre del 2017 la psicóloga forense Alma Segovia, en comunicación con Monumental 1080 AM, había dicho que la reinserción de este tipo de personas en la sociedad era casi imposible.

“En este tipo de casos es muy difícil planificar un tratamiento, ya que se conjugan la perversión, el placer y los sentimientos de satisfacción por matar”, explicó. La joven se encontraba siguiendo un tratamiento psiquiátrico.