04 mar. 2025

Por llegada tardía de novia a su boda, una sacristana quiso cobrar de más

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El humor de Luisa casi termina aguando los planes de los futuros esposos que se disponían a dar el “sí” ante el majestuoso altar de la Iglesia Santísima Trinidad, de Asunción, el domingo. Poco y nada le importó a la mujer la tradición de que la novia debe llegar un poco tarde.

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La cuidadora de la casa de Dios, con un semblante más nervioso que el del novio, exigía que la novia ya llegara o debería pagar una “multa” de G. 300.000. Ante esta situación, Elena Guerrero, organizadora de la boda, denunció públicamente el mal rato que les hizo pasar la sacristana.

PREPOTENCIA

“Con actitud prepotente exigía una y otra vez el dinero, luego maltrató a uno de mis compañeros y le reclamé. Ahí empezó todo”, contó a EXTRA Guerrero. Según la profesional, la encargada se molestó aún más cuando ella decidió grabar “la arbitrariedad con que actuaba”.

Fue entonces cuando Luisa (de remera celeste) estironeó su celular y se dirigió hacia la sacristía. “Cuando tomó mi teléfono le pedí bien que me devuelva, pero se fue intentando borrar el video. Como no pudo, buscó a su hijo y le pidió que borrara”, relató la mujer.

En el video tomado por el fotógrafo se ve que la sacristana no quiso devolver el aparato ante la atenta mirada del diácono y otros presentes. “Todos evitaron que yo tomara mi celular, en eso vino un chico, llevó y corrió a la calle. Luego de borrar la evidencia volvió”, dijo.

Los novios no se enteraron del escándalo. “Era un día especial, no iba a permitir que se arruine el momento de ambos”, expresó la organizadora.

El lunes, Guerrero denunció el hecho en la Comisaría 12, ayer hizo lo propio ante el cura párroco de la Iglesia y hoy irá al Arzobispado. La mujer comentó que no es la primera vez que la señora les hace pasar mal rato. “Las tres veces que trabajé ahí actuó de manera prepotente, incluso se niegan a dar sillas a los novios o padrinos”, mencionó. Aseguró que a varias parejas ya les pasó lo mismo con la citada cuidadora. “Es muy desagradable su trato, la gente sabe, la Iglesia debe saber y accionar, finalizó.

Casarse en esta Iglesia capitalina tiene un arancel de G. 800.000, si la ceremonia es de día, tal como ocurrió en este caso.