En total, 130 caños de escape fueron destruidas hoy por la Municipalidad de Luque, a fin de dar un “cháke” a los motociclistas ruidosos y concientizar a los pobladores sobre la ordenanza “anti-polusión sonora” que rige en la ciudad.
El mismo intendente luqueño, Cristhian Bernal, se encargó, junto a los agentes de la PMT, de orden en filas sobre cimiento los roncadores y destruirlos uno por uno con una aplanadora. Los escapes fueron acumulándose a lo largo de los últimos meses tras los controles de los “zorros” en los principales accesos de Luque.
“Instamos a todos conductores de vehículos de cualquier tipo de modalidad, para no utilice estos roncadores, ya que está prohibido por ordenanza municipal y la ley de tránsito y así que están viendo cómo están destruyéndose”, dijo Bernal.
La Ordenanza Municipal “anti-roncadores” existe en Luque desde el año 2009, no obstante su cumplimiento se dio desde apenas hace unos años.