Con la llegada del verano, los pobladores de la compañía San Mateo, de (Caazapá) están con el Jesús en la boca. Y es que el del riacho que los abastece de agua se está secando.
Don Pedro Javier Rivas, uno de los afectados contó a Telefuturo que hasta seis veces al día tienen que ir para juntar algo de agua en bidones, mientras las autoridades de la Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se dignan en cumplir sus promesas.
“Nos vamos a la capital para hablar con Senasa y nos dice que ya está nuestra solicitud. Nos dijeron: ‘en diciembre se va cavar’, pero ya va a terminar el mes y no pasa nada. ¿Qué va a pasar de nosotros se este riacho se seca?”, expresó Rivas.
La promesa vienen arrastrando desde hace 12 a 13 años atrás, mientras tanto, las 100 familias que hay en la zona se las tiene que ingeniar para tomar el agua turbia, se tiene que bañar con trapos mojados para el líquido vital y hacer varios recorridos en busca de este “tesoro” en carretillas y carretas en pleno siglo XXI.