GOLPES
El empleado no tuvo tiempo de defenderse ante los vecinos que estaban aparentemente alcoholizados. Ambos agresores no quisieron dialogar, denuncian. (SNT)
Todo indicaba que iba a ser un día normal de trabajo, pero llegada la noche un joven trabajador vivió una verdadera pesadilla. El muchacho, que trabajaba por la noche en una imprenta, se acercó a un grupo de personas que estaba festejando algún acontecimiento en plena calle. Tras saludar a todos les pidió un poco más de silencio. Pero esto no agradó mucho a los farristas, que resultaron ser vecinos, y no hicieron caso.
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Cero tolerancia
Cerca de las 02:30 de la madrugada, el joven, que prefirió resguardar su identidad, solo quería culminar con su jornada laboral y solicitó un poco de tolerancia ante los ruidos molestos. En ese momento, uno de ellos, Bernardo Gadea, le propinó el primero de los varios golpes que recibió durante unos 10 minutos.
La brutal golpiza quedó grabada en el circuito cerrado del negocio. En el vídeo se observa que Gadea y su amigo le propinaron trompadas, patadas, le tomaron del pelo, le tiraron por una mesa hasta echarlo al suelo. En la escena también se ve a una embarazada que, según los afectados, intentó intimidar con la presencia de sus otros dos hijos menores.
El patrón de la víctima, de inmediato pidió ayuda al sistema 911, pero los policías nunca llegaron, a pesar de que la Comisaría 3ra. Metropolitana se encuentra solo a unas cuadras del lugar.
El comisario Amado Cantero, jefe de la dependencia policial, dijo que no tienen ningún registro del pedido. El ataque tuvo lugar en el barrio General Díaz de Asunción, el 21 de octubre. A 19 días del suceso, la víctima sigue recuperándose, mientras los autores del ataque están libres.
OTRO CASO
