“Beto” pilló que algo malo estaba ocurriendo con su amigo, el guardia que se iba a custodiar la despensa de su dueño, por lo que con sus ladridos trató de ahuyentar al desconocido que asomaba. A pesar del peligro que representaban los disparos, el perrito no lo abandonó.
Cuando Lorenzo David Duré Corvalán (21), el sereno, cayó al suelo tras recibir una bala en la espalda, el can lo olfateó por un momento y siguió al malevo. Luego volvió junto al chico, quien falleció en la noche del domingo después de ataque de dos motochorros, en la casa comercial Johanny, ubicada en el kilómetro 23 de la Ruta I, en Capiatá.
“Beto le quiso defender. Siempre estaba con el guardia, él le daba de comer. Se desesperó el perrito, le miraba al joven. Parecía que estaba triste”, contó Irma Gómez, vecina del lugar.
La mujer contó que escucharon dos disparos y que salieron a ver lo que pasaba. Al percatarse de que el guardia de seguridad estaba en el suelo, corrieron a ayudarlo. “Mi hijo se fue a verle primero y no estaba muerto todavía. Le preguntó qué pasó y trataba de hablar, pero ya no pudo y ahí dio un último suspiro”, relató la lugareña.
Los vecinos sospechan que la única intención de los motochorros era robar el arma del joven (y así lo hicieron) para que la zona se quede sin protección, ya que constantemente cometen asaltos en el vecindario. “Le mataron porque él se resistió”, dijo Irma. Ella mencionó que el muchacho no tenía problemas con nadie. “Es un inocente, una hora antes de que lo maten vino a comprar gaseosa de acá”, lamentó la mujer.
El comisario Luis Goiburú dijo que no hay detenidos aún por el caso, pero tienen en la mira a algunas personas.
Comenzó a trabajar hace siete meses
Lorenzo Duré es un joven oriundo de Yaguarón que vino a la capital en busca de trabajo. Estaba viviendo con su hermano en la compañía Paso de Oro, de la ciudad de Ypané. Hace siete meses entró a trabajar en el lugar, según el jefe de la Comisaría 33 de Posta Ybyraró, de Capiatá.