Carlino Fariña (65) trabaja todos los días recorriendo en bicicleta por las calles de Caazapá.
Él es peluquero y recibe los pedidos por celular. Por lo general le llaman en grupo de a cinco y él acude a domicilio.
Su bicicleta tiene dos portabultos, adelante y atrás, donde pone sus herramientas y también las comidas deliciosas que vende casa por casa.
“Por donde sea trabajo y ese es mi objetivo. Hace 20 años que soy peluquero”, contó en entrevista con EXTRA.
Recordó que en 1970, su mamá le dijo que era muy inteligente y que quería vender su chancho para hacerle estudiar en Villarrica.
“En ese tiempo era barato el ingreso, me dio la plata, estudié y salí bien. No terminé pero mi profesor probó que tenía habilidad con los dedos”, dijo.
Volvió junto a su mamá para no dejarla sola por mucho tiempo. Entonces continuó vendiendo ensalada de fruta, empanada y marinera en su bicicleta.
Pandemia
Luego, incorporó la peluquería siempre en bici. Para que sus clientes se sientan seguros en esta pandemia, se aplicó las tres dosis anticovid.
“Muchos de mis clientes murieron acá en Caazapá, mi cuñado entero. Mucho bajó la venta porque tienen miedo”, afirmó.
Entre las cosas positivas de su trabajo, destacó que no gasta en bebidas y que la bicicleta le ayuda a mantenerse flaco y sano.
“Hay muchos que no quieren más trabajar y quieren robar. Eso está mal. También hay mujeres que ven que trabajás y no quieren trabajar. Tienen dos celulares y te piden sin vergüenza para el saldo, para disfrutar y recorrer. Tengo muchos amigos y nos cuidamos entre todos”, manifestó.
Accidente
Recordó que en una ocasión, cuando circulaba en moto, chocó contra un camión que frenó de golpe.
Don Carlino tiene cinco hijos, la mayoría todos grandes y casados, pero uno todavía está en el colegio y necesita G. 200.000 para su uniforme y zapato.
Los que quieran ayudarle, pueden contactar con el al (0982) 428 127.