Pasajera se escondió para no pagar a Bolt

“Voy a buscarle a mi hija y nos vamos a mi casa”, le dijo la pasajera a Iván Espínola. Como la doñita no tenía pinta de joderle, el conductor de Bolt accedió, pero la mujer ya no salió. La mujer tenía que pagarle G. 150.000, pero le dejó plantado en la calle.

Carmen F. pidió el servicio en el local Valentina Eventos de Ciudad del Este y le hizo ir hasta el kilómetro 12, bajó y pidió que espere.

Luego, subió de nuevo y pidió que la lleve al barrio Virgen del Carmen de Hernandarias a buscar a su hija y la deje en su casa, pero en el segundo destino, ella se escondió. “No esperé que me haga eso, es la primera vez. Esperaba intentar de solucionar las cosas hablando, estaba tomada y tomaba durante el viaje”, relató.

Estuvo desde las 2 de la madrugada hasta casi las 7 bocinando y aplaudiendo, pero volvió a su casa con las manos vacías.

“Muchos compañeros pasaron por esa situación”, indicó Basilio Duarte, presidente de la aso de trabajadores de la plataforma Bolt. Contó que muchas veces las mujeres son las más avivadas.

“Más son mujeres con el cuento de que ‘te transfiero en breve’. Anota tu número y tu cuenta con la promesa de transferirte, pero no sucede”, lamentó. Mencionó que la única forma de cobrar es el escrache público y para eso tienen una comisión cobranza. “Los compañeros comparten incluso el número y todos los compañeros le escriben hasta hacerle pagar”, indicó.

Además de las chicas, los borrachos también se pasan intentando avivarse.

Los Bolt no recuperan más

Basilio Duarte señaló que en Bolt los conductores siempre pierden en estos casos. En Uber es diferente porque tiene la opción de reportar al pasajero moroso y, en ese caso, la plataforma le paga y recarga la multa al usuario.

Mencionó que hay también algunos conductores malintencionados que aunque el pasajero pague, igual le ponen como que no pagó para cobrar doble, ya que la plataforma les paga.