“El vacío que quedará en mi corazón no se llenará nunca”, con estas emotivas palabras, don Aníbal Rojas Carballo inició la dedicatoria a su pequeño angelito Axel, que falleció ayer luego de una intensa lucha contra la enfermedad de AME (Atrofia Muscular Espinal).
El ovetense habló a su bebito de dos años que no aguantó la espera por el medicamento que era su esperanza de vida. “Te agradezco hijo mío por demostrarme y enseñarme el valor de la vida y por enseñarme a mantener la sonrisa a pesar de las dificultades por que nunca te sentiste triste por más que estabas en una situación complicada”, continuó escribiendo en su publicación.
En nuestro dulce idioma guaraní, le recordó que el dolor quedó ahí mismo en el medio del pecho. “Hasyeterei cheve che corazón mbytetepe (me duele demasiado en medio de mi corazón amor). Te pido que me acompañes siempre en todo momento. Eres un ángel en el cielo ya estas junto a nuestro creador, estas en un lugar donde no hay dolor ni sufrimiento solo felicidad y lugares hermosos, ahora comprendo porque te gustaba tanto mirar el cielo y te reías como si hablaras con alguien, ahora comprendo que estabas riéndote a los ángeles y a Dios”, expresó.
Se despidió de él prometiendo que algún día se volverán a encontrar para que él le alce upa y puedan pasear como a su peque tanto le gustaba. “Te amo desde la inmensidad de mi corazón. Este mundo de dolor, tristeza, y de injusticia no merece un alma pura como vos. Vuela alto mi ángel ya estas con papá Dios”, finalizó.
Alex padecía la misma enfermedad que Bianca, una niña que actualmente continúa su tratamiento contra la enfermedad degenerativa neuronal, cuyos padres realizaron una intensa campaña para que el Estado pueda costear a través del Ministerio de Salud parte de su tratamiento y la compra del zolgema, una medicina experimental que le ayudó a avanzar.