Don Oligorio muestra las pandorgas que llegan hasta el techo del lugar. Agosto es el mes característico de mucho viento, que junto a la celebración del Día del Niño y por los 478 años de fundación de Asunción son la excusa perfecta para hacer volar coloridas pandorgas. Don Oligorio Mendieta es artesano, se dedica a la fabricación de los barriletes, junto a diez personas.
Cuenta don Oligorio que hace 33 años se encontraba sin trabajo, entonces decidió hacer pandorgas para sus hijos, rápidamente las vendieron a 200 guaraníes cada una. Desde ese día se dedicó a la fabricación de las mismas como un trabajo. Explicó que lo más difícil es lograr la medida exacta de los lados y el barbijo, que debe estar parejo para que la pandorga vuele.
La fábrica está ubicada en el barrio Santa Lucía de Lambaré, donde se observa gran variedad de diseños; desde colores e insignias de clubes, dibujos animados, e incluso logos de empresas.
Para la fabricación usan palillos de tacuara, hilo de ferretería, cinta adhesiva y hules con diseños, que compra de las imprentas serigráficas.
Sonrisas del cielo
“La pandorga es el primer elemento que el hombre hizo volar y con él la ilusión y el deseo de volar”, dijo Clemente Cáceres, promotor de cultura de la Municipalidad de Asunción. Los chinos llamaron a las pandorgas “sonrisas del cielo”. En la fabricación se evidencia la matemática, la geometría, la psicomotricidad y el arte al momento de mezclar los colores.
Concurso de pandorgas
En el Parque Ñu Guasu se pondrá a prueba la destreza de los interesados en preparar pandorgas tradicionales. El señor Carlos Del Puerto explicó que el concurso será hoy, a partir de las 09:00. Consiste en usar papel de seda, engrudo e hilo de ferretería para crear los diseños más llamativos. El objetivo es compartir en familia, por lo que la inscripción no tiene costo alguno. “El premio será aprender y disfrutar con los chicos”, dijo Del Puerto.