Momento en que trasladan el cuerpo sin vida de uno de los peones asesinados. Agentes de la FTC se movilizan. Nery Javier Peralta (23) y Joel Brizuela Barúa (35) son los peones de la estancia El Ciervo que fueron ejecutados por el EPP, en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, el miércoles a las 15:00. Esteban Peralta, padre de Nery, manifestó que su hijo ya no tenía ganas de ir hasta la estancia por el riesgo que corría su vida.
“Por insistencia de su contratista fue a trabajar”, lamentó. Con profundo pesar manifestó que Nery dejó dos huérfanos; un niño de 3 años y un bebé de 2 meses. “Nos vamos a trabajar en las estancias y nos matan. Nosotros los pobres ya no tenemos salida para poder comer”, expresó.
Lamentó que no pueden hacer nada ante los ataques permanentes a los productores de la zona. “El que le contrató debería hacerse cargo de los gastos de entierro”, sentenció. Manifestó que su hijo fue a buscar un repuesto para su motocicleta cuando fue interceptado y retenido junto con otros 6 hombres antes de ser ejecutado. La autopsia realizada por el médico forense, Pablo Lemir, reveló que tanto Nery como Joel fallecieron de un tiro cada uno.
Exigencias
El caso está a cargo del fiscal Joel Cazal, quien presume que mataron a los dos trabajadores por transgredir las exigencias del grupo armado como son la prohibición de cultivar maíz que utilicen agrotóxicos o ingresar al monte a deforestar. Peralta era tractorista y Brizuela motosierrista en la estancia.
En el lugar se encontró un panfleto del grupo armado. Ayer declararon cuatro de las personas que fueron retenidas por el EPP. Sus identidades no fueron reveladas por temor al grupo armado.