19 may. 2025

Paciente de la psicóloga le habría asesinado en el motel

“No dejes que nada te quite la alegría”, escribió antes de morir. El autor estuvo una hora adentro, pagó la estadía y se retiró del sitio.

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Fue la muerte que tuvo Juana Elva Rojas de Cáceres, doctora en Psicología, según constató el médico forense.

Una lujosa camioneta Kia Sportage negra llamó la atención de los patrulleros de la Comisaría 7ma. de Ñemby.

Por el número de chapa confirmaron que era de la psicóloga Juana Elva Rojas de Cáceres, hallada muerta en la mañana de ayer, en el motel Pimienta del barrio Obrero de Pedro Juan Caballero.

Al mando del vehículo estaba Lucas Matías Prieto Cardozo, quien sufriría trastornos psicológicos, confirmó a EXTRA el comisario Carlos Cáceres, director de Policía de Central.

El muchacho de 22 años, no supo explicar por qué tenía en su poder el vehículo y fue detenido.

Lucas Matías tiene un antecedente por hurto especialmente grave y según los datos sería paciente de la víctima del espantoso crimen ocurrido a más de 465 kilómetros del lugar donde fue detenido.

Según su perfil de Facebook es dueño de un local de autorrepuestos en Ñemby. En su biografía se observa como foto de portada la imagen de un hombre con una pistola y el mensaje: “Si no te importa lo que diga la gente, ya diste el primer paso”.

El hallazgo

El cadáver de la psicóloga fue hallado en la habitación número 3 del citado albergue transitorio a las 8:00 de la mañana de ayer, en medio de un charco de sangre. Estaba boca abajo, vestida con una blusa y aún tenía puesta su bota.

Dos horas antes, su marido Orlando Cáceres había denunciado que la noche anterior no regresó a su domicilio en el barrio Mariscal Estigarribia de Pedro Juan, de donde salió para visitar a domicilio a una paciente.

A diferencia de Matías, Juana era conocida por su gran positividad. En sus redes compartía alentadores mensajes. “No dejes que nada te quite la alegría”, fue lo último que publicó antes del crimen.

Con un cuchillo de cocina

El forense comentó a EXTRA que, a juzgar por las heridas, la víctima fue asesinada con un cuchillo de cocina, pues tenían orificios de entrada de poco más de un centímetro. El cuerpo tenía ya entre 8 y 12 horas de rigidez cadavérica, por lo que creen que apenas entraron la mató.

Pagó y se escapó

Tomás Maceda, dueño del motel, contó que la camioneta en que estaban víctima y victimario ingresó al sitio a las 20:00 del viernes.

Luego de aproximadamente una hora el muchacho pagó G. 50.000 por la estadía, avisó que la mujer quedaría a dormir y se retiró del lugar.

El marido de Juana denunció su desaparición en jurisdicción de la Comisaría 1ra. de Pedro Juan. Alrededor de la 1:30 de la madrugada, se percató que ella no había regresado a casa.

“Tenía que volver máximo a las 9:30. Le buscamos como locos por toda la ciudad”, dijo Cardozo a los medios de la zona. A las 4 de la mañana denunció y a las 6 volvió a la comisaría para confirmar su denuncia.

Recibió 28 puñaladas

Siete puñaladas en la mano derecha y dos en la izquierda presentaba el cuerpo de Juana. El médico forense Gustavo Galeano explicó a EXTRA que estas son un claro signo de su lucha contra el atacante.

Además presentaba cuatro heridas en la espalda, otras dos en el cuello. También recibió estocadas en la cabeza y en la parte lumbar.

Además, el rostro y labios tenían rastros de golpes de puño. La víctima recibió un total de 28 puñaladas. El forense apuntó a que no había signos de actividad sexual previa al crimen.