Fabricantes de juegos pirotécnicos ofrecen variedad de artículos, ya sea de estruendo o coloridos. El perro que defeca es uno de los más pedidos. En las fiestas de Navidad y Año Nuevo son infaltables los juegos pirotécnicos, pero ¿qué pasa con el peligro que representan para los más pequeños? Los fabricantes se ingenian cada vez más para crear artículos llamativos que no dañan a los niños.
Antonio Fariña, vendedor de fuegos artificiales, contó que los padres prefieren los productos inofensivos aunque se siguen vendiendo los de estruendo.
Entre los más pedidos se encuentra el perrito que defeca al encenderse la mecha. “Les gusta y les parece gracioso a las criaturas”, dijo Antonio.
Otras opciones no dañinas para los menores son el Ufo, una especie de ventilador que se eleva y despide flamas de colores, también el diamante espacial, y las tradicionales como la estrellita y el ajito. Antonio manifestó que cada año realizan cursos con los Bomberos Voluntarios y Dimabel para aprender a manipular los juegos pirotécnicos y evitar desgracias. Añadió que en su negocio cuentan con extintores y arena en caso de incendios.
Los vendedores de fuegos artificiales están ubicados en la Plaza de la Amistad de Asunción, entre Ana Díaz y Pozo Favorito.
NAVIDAD EN LA PLAZA
Numerosas familias que se dedican a la venta de petardos, aprovechan las fiestas de fin de año que es la época en la cual hay más movimiento.
Shirley Céspedes se dedica al rubro de la pirotecnia desde hace siete años. Festeja la Navidad y recibe el Año Nuevo en medio de la plaza. “Viene mi familia y brindamos acá porque siempre hay gente que a última hora quiere explotar las bombas e incluso se acercan durante la madrugada”, expresó Shirley.