Sergio Noguera (26), oriundo del barrio San Isidro de Encarnación, Itapúa, desde hace un año y medio trabajaba como pasero en el puente San Roque González de Santacruz hacia Posadas, Argentina, pero el viernes pasado fue expulsado.
El joven explicó a EXTRA que desde hace un mes venía soportando todo tipo de maltratos y discriminación por parte de las autoridades del vecino país. El olvido de su cédula fue la excusa perfecta para no tener que traspasar la frontera por cinco largos años.
Malos ratos
“Me llevaron junto a los gendarmes y ya hicieron si que un acta para echarme. Ellos ya saben luego en qué trabajamos, ya nos llevan directo, no quieren saber nada”, lamentó el afectado.
Añadió que desde hace poco más de un mes venía soportando todo tipo de discriminación por parte de la policía argentina. “Nunca tuve problemas y ahora por poco y no te pegan. Nos discriminan, nos hacen de menos. Nos dicen luego que quieren acabar con los paseros”, dijo. Contó que presentó un documento en el que solicita reconsideración de su caso ante el Consulado argentino en Encarnación, al igual que otros 100 afectados.
“El muro de la vergüenza es ahora una valla para nosotros. En Posadas viven mi mamá y hermanos. Deberán pasar cinco años para ir a visitarlos”, relató Eugenia Ríos, otra de las afectadas. Estela Argüello, también pasera, lamentó que ya no podrá visitar a su hija en Posadas. “Vivo de esto, tengo a mi mamá enferma. Lo que pasa es que somos muy ignorantes acá y ellos hacen todo lo que quieren”, refirió.