Javier Méndez Acevedo (28) llegó tuichaité ka’úre a su casa, a eso de las 3:00 de la madrugada del martes pasado y despertó a su pareja Zulma González para que le prenda un cigarrillo.
La señora, quien no se despertó bien, se levantó y prendió el cigarrillo que ella fuma y le pasó a su pareja, pero este al fumar se dio cuenta que no era la marca de su vicio y tiró en el suelo, diciendo: “che nda pitai la cigarrillo vai” (yo no fumo cigarrillo feo) y le pateó por la panza.
Luego también pateó por la fiambrera y la señora le dijo que no haga desastre, pero el tipo no le hizo caso.
“Cuando vi que se descontroló, yo alcé en brazos a mi hija de 3 años para que no se asuste y salí corriendo”, contó la víctima, que vive en Coronel Bogado, Itapúa.
Luego al volver, según su testimonio, encontró a la policía y entraron a la pieza. “Le despertaron a golpes a Javier, le rompieron hasta el palo de la escoba por él y le llevaron”, lamentó la doña.
Le defiende
La misma aseguró que ella no hizo la denuncia y que fue una de sus vecinas a la que calificó de “entremetida” ya que ahora ella pide ayuda para que su pareja no vaya a la Penitenciaría Regional de Encarnación.
“Yo no quiero que vaya preso, fue algo sin importancia lo que pasó y nosotros dos nomás debíamos solucionar. Él nomás lo que trabaja y me mantiene a mí y a mis dos hijos, por lo que ahora no sabemos qué hacer”, dijo.
El hombre sigue en la comisaría, pero en unos días más pasará a la Penitenciaría.
Sin vicios
Ña Zulma agregó que habló con su pareja y llegaron a un acuerdo indicando que ya no van a tomar más hasta perder la razón, para evitar otros episodios de violencia.
“Si es posible del cigarrillo y todo nos vamos a dejar”, dijo riendo la señora.