Unos 70 niños de la comunidad Fortuna de Curuguaty estudian en una precaria escuela. Se trata de la Escuela Básica Nº 7761, Barrio Cordillera”. El edificio puede derrumbarse en cualquier momento; el techo está destrozado, las paredes humedecidas, el piso despedazado. Además, la institución no tiene agua corriente ni instalaciones eléctricas. Solo cuentan con dos aulas para 5 grados, por lo que deben desarrollar las clases al aire libre.
Autoridades no actúan
“Nosotros ya no queremos luego ni mandar a nuestros hijos a la escuela porque en cualquier momento se va a venir abajo”, señaló Basilia Méndez, madre de uno de los alumnos. “Necesitamos la atención de parte del gobierno para seguir enseñando, de lo contrario tendremos que cerrar la institución”, lamentó el director Jeroboan Duarte.
Comentó que en reiteradas ocasiones solicitó la construcción de aulas a la Gobernación y a la municipalidad pero no obtuvo repuestas. Llegan los días fríos y de lluvias y los niños no podrán resguardarse para estudiar.