A bordo de su Toyota Corolla llegó hasta el hospital distrital de Caaguazú don Máximo Molinas con sus dos hijos, uno de 9 y otro de 2 años, para que atiendan al niño más chiquito. Cuando ya estaban por retirarse, el más grande accionó el coche y reventó la pared de vidrio de la entrada principal a la urgencia pediátrica del lugar.
El oficial Justo Ojeda, de la comisaría segunda local, relató en contacto con radio Monumental que cuando terminó la consulta regresaron al coche y mientras acomodaba al más pequeño en el asiento de atrás, el mayor se subió al lado del acompañante del conductor.
Como el papá había dejado la llave de contacto puesta y el freno de mano abajo, el niño accionó el tambor del coche, el automóvil se movió e impactó por el vidrio del hospital.
“El padre dejó en primera, el menor manipuló y fue eso que arrancó, ocasionando la rotura del blindex”, explicó.
Por fortuna, el padre de familia logró reaccionar rápido, puso el freno de mano y evitó que el choque sea más grande. “Como se dice vulgarmente tuqueó la parte del vidrio por eso produjo la rotura, gracias a Dios nadie sufrió lesiones, fue una desgracia con suerte”, apuntó Ojeda.
El agente mencionó que el estacionamiento se encuentra como a 10 metros del acceso a urgencias, por eso rápidamente alcanzó la entrada principal de la sala pediátrica cuando avanzó.
El hecho se registró cuando faltaban diez mintuos para alcanzar las 11:00 de la mañana de ayer, de acuerdo con el informe policial de la comisaría segunda. El propietario del automóvil involucrado se hizo responsable de la reparación total del blindex.