Una verdadera tragedia se produjo ayer, alrededor de las 18:00 horas, en la cancha Solís, con pista sintética, ubicada en el barrio Guaraní de Pedro Juan Caballero (Amambay). El pequeño Igor Cubas (11), quien de acuerdo con los datos es vendedor de empanadas y tortas en la zona, falleció luego de que un arco de metal cayera sobre su cabeza.
El niño vive al costado de la cancha, en un inquilinato con su madre y sus dos hermanas pequeñas, informó el corresponsal de la zona Marciano Candia.
Según los datos, en el sitio hay dos canchas de fútbol y una de ellas estaba siendo utilizada por varias personas, mientras que la otra estaba oscura. En un momento dado, la pelota ingresó en ese sector y una persona fue a buscarla y lo encontró sin signos de vida.
Una cámara de seguridad captó cuando el chico y una nena jugaban con un perro y, en un momento dado, la pequeña subió por la alambrada y empujó el arco, que se desplomó sobre la víctima.
Pese a que fue socorrido por bomberos voluntarios, ya nada se pudo hacer para salvarle la vida. También intervinieron agentes policiales de la zona.