Con graves heridas en el rostro llegó un niño de 4 años al hospital de Itá: había recibido un disparo de escopeta en su casa. Tras la inspección correspondiente, la médica de guardia Nadia Duré constató su deceso.
De acuerdo a los datos que manejan los intervinientes, otro menor se encontraba manipulando el arma, que es de fabricación casera, cuando ocurrió la tragedia.
“Su primita de 11 años agarró el arma, se le cayó y eso generó que el arma percuta”, explicó a NPY, Walter Quinteros, subjefe de la Comisaría 12ª Central.
El hecho se produjo alrededor de las 17:10 en la compañía Itá Potrero.
Posteriormente el hecho se comunicó a la Fiscalía de Turno y se convocó a personales de Criminalística y médico Forense.